La noche teñía la calle con su oscuridad y el viento frío rompía el profundo silencio, haciendo crujir las maderas de las humildes casas de aquel callejón, mientras se robaba uno que otro silbido de entres sus grietas.
Ana estaba recostada en su precario sillón, deseando poder alejar de su mente aunque tan solo fuera unos minutos, todo el dolor y la aflicción que la rodeaba, cuando unos golpes en la puerta, la volvieron en si. Se dirigió hacia la ventana y pudo ver que se trataba de una mujer, quien golpeaba la puerta. Movió los cerrojos de la misma y la abrió lentamente.
Frente a ella se encontraba una mujer sollozando con un niño en brazos envuelto en una desgastada manta.
Ana la miro con compasión y le dijo:_ Ven, entra…_ la mujer con un suspiro de agradecimiento se apresuro a entrar en la modesta casa.
_Ven…ven aquí cerca del fuego_ dijo Ana, mientras le señalaba un sillón cerca de la chimenea.
La mujer camino lentamente hacia el sillón y al llegar, se desmorono en el mismo y apretujando al niño en sus brazos comenzó a llorar desconsoladamente, mientras decía:
_ Es mi hijo, mi hijo!... por favor ayúdeme!... es todo lo que tengo!... Oh Dios! Por que!?!... porque mi hijo?!!!..._ Ana se acerco a la mujer, y le dijo:_ Tranquila…, dame al niño_ La mujer con sus ojos llenos de lágrimas se lo entrego, y se lanzo de rodillas a los pies de Ana y comenzó a suplicar diciendo:
_ Por favor, por favor!!, ayúdeme… se lo suplico!... interceda por el ante Dios! Y por favor que me lo devuelva!!! Por favor… por favor… Oh Dios! siempre he aceptado todas tus decisiones y me he mantenido fiel a tu palabra y nunca he pedido mas de lo que me has dado, pero Oh Dios, esta vez es mi niño, mi niño… no me lo quites por favor… no me lo quites…Oh Dios por favor…por favor…te lo suplico…_y su suplica se ahogo en un llanto desconsolado.
Mientras tanto Ana tomo al niño en sus brazos, la criatura parecía dormida, su rostro estaba helado, sus labios violáceos y no parecía respirar. Ana contemplo su rostro unos segundos, respiro profundamente, a la vez que le coloco su mano derecha sobre la cabeza, luego cerró sus ojos y de repente una luz que fue aumentando de suave a intensa, ilumino el rostro del niño. Ana abrió sus ojos, y el niño le estaba mirando con una sonrisa en sus labios, Ana le sonrió también y realizo con su mano, señales sobre su frente y luego la luz atenuó su intensidad hasta desaparecer por completo.
La mujer seguía arrodillada en el suelo, sollozando, entonces Ana, se acerco a ella y puso su mano en su hombro, lo cual hizo a la mujer levantar su rostro y mirarla, y entonces le dijo:
_ Tranquila… tu niño esta bien… aquí lo tienes…_ la mujer no podía creer lo que estaba viendo, su niño, el que hacia solo unos momentos atrás, había dado por muerto, le estaba sonriendo y estirando sus manitos, en busca de su abrazo. La alegría que inundo su corazón era inmensa, y tomo al niño entre sus brazos y comenzó a besarlo y apretujarlo contra si, humedeciendo su carita con sus lágrimas, pero que esta vez eran de una absoluta alegría, a la vez que decía:
_ Gracias!, gracias!... es un milagro!... gracias, gracias!... usted… usted hizo este milagro!... yo le debo mi vida!... mi alma!... todo! todo!... y entonces es verdad, usted es un ángel!... lo que dicen en el pueblo es verdad!, usted es un ángel del Señor y puede hacer milagros!_
Ana titubeo unos segundos y finalmente miro a la mujer fijo a los ojos, acerco su mano a su mejilla y le dijo:_ No mujer, yo no soy un ángel y no hice ningún milagro… solo Dios puede hacerlos, y El escucho tus suplicas y yo solo fui un instrumento del Señor… a El le debes todo y solo a El le debes agradecer, porque El es el único que todo lo ve y todo lo puede, y El ha visto en tu corazón tu dolor y todo tu amor, como así también la fe que siempre le has profesado y eso ha hecho que tu niño se halla salvado… tu Fe en Dios le ha salvado…_
La mujer asintió con la cabeza, mientras parecía estar magnetizada con la mirada de Ana, pensaba que sus ojos eran tan bellos, tan dulces, tan puros… de repente su corazón sintió una inmensa paz… sus latidos estaban calmos como en un remanso, la angustia y la incertidumbre que hacia un tiempo habitaban en su corazón se habían disipado… de pronto sintió que estaba todo claro… y ese éxtasis espiritual, se rompió con la voz de su niño diciendo:_ Ma…má!_ La mujer lo miro sorprendida, era la primera vez que pronunciaba la palabra “mamá”:
_ Dijo “mamá”!, dijo “mamá”!!!... Oh Dios gracias, gracias!!! Gracias Dios mió por tanto!... mi bebe a comenzado a hablar!! Dijo mamá!!!... te amo, te amo, te amo!_ decía mientras besaba con ternura al niño.
Ana que se había apartado unos pasos, contemplaba todo con satisfacción, pero pronto, nuevamente la incertidumbre se apodero de su mente, pensando en si era correcto lo que estaba haciendo… si esto no era mas que otro de los misteriosos caminos del Señor… si tal cual como le había dicho a esa mujer, ella no era mas que un instrumento del Señor y El estaba obrando a través de sus manos… pero… y sino no era así?... y si, estaba equivocada, salvando aquellas almas que en realidad no debían ser salvadas?... y si estaba tomando arbitrariamente el trabajo de Dios en sus manos?... y si, en realidad solo era que ella había sucumbido ante la tentación de usar su poder para hacer lo que consideraba que Dios debía hacer en la Tierra?... y si, nada mas la incentivaba un vil sentimiento de egoísmo ególatra?, uno de los tantos sentimientos exclusivos del hombre y que ella había estado contemplando durante tanto tiempo, mientras se mezclaba entre ellos…y sus hermanos, le perdonarían sus actos?... Dios mismo, aun en toda su misericordia, le daría el perdón?...
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